martes, 29 de mayo de 2012

RESTAURACIÓN FUTURA

 

 Les daré un nuevo *corazón, y les infundiré un espíritu nuevo; les quitaré ese corazón de piedra que ahora tienen, y les pondré un corazón de carne.  Infundiré mi Espíritu en ustedes, y haré que sigan mis preceptos y obedezcan mis *leyes.  Vivirán en la tierra que les di a sus antepasados, y ustedes serán mi pueblo y yo seré su Dios.  Los libraré de todas sus impurezas. Haré que tengan trigo en abundancia, y no permitiré que      sufran hambre.
Así dice el Señor omnipotente.
Ezequiel 36:26 al 29

martes, 15 de mayo de 2012

Y SOBRE TODAS ESTAS COSAS... VESTÍOS DE AMOR!

 

"Vestíos pues, como escogidos de Dios, santos y amados de entañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia; soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros.
Y sobre todas estas cosas vestíos del amor, que es el vínculo perfecto.
Y la paz de Dios gobierne en vuestros corazones, a la que asimismo fuisteis llamados en un solo cuerpo; y sed agradecidos."

Colosenses 3:12-15

jueves, 10 de mayo de 2012

HIJOS Y NO ESCLAVOS... 

En el mensaje que nos da nuestro hermano Pablo en Gálatas 4:4-7, nos encontramos con un cambio de nuestra situación. Se dice que la humanidad, desde su inicio hasta el tiempo en que Jesús vino a la tierra, eran como niños que requerían de un tutor que les estuviera indicando como manejar la herencia de su Padre. Esto refiriéndose al plan de salvación del cual todos participaban a través del sistema de sacrificios y el cumplimiento de las leyes ceremoniales en general. Luego, cuando Jesús vino a la tierra en cuerpo de hombre, quitó la esclavitud en la que estaba la humanidad bajo la Ley Ceremonial. 


Los libró de esta Ley y los hizo hijos en vez de esclavos, al morir en la Cruz del Calvario como el Cordero de Dios. Jesús vino y dio ejemplo de conducta y obediencia a la Los Diez Mandamientos que Dios mismo escribió en piedra como muestra de su duración perpetua. Luego que Jesús dejara ejemplo, nos dejó a su Espíritu Santo, por quien ya no era necesario estar bajo un sistema de leyes de higiene, convivencia, santificación, etc. Ahora, por medio del Espíritu Santo, toda la humanidad podría ser convencida de pecado solo con contemplar la Ley escrita por Dios.


Ahora, no somos esclavos de una Ley que nos indica qué hacer paso por paso, sino que somos hijos que obedecemos a la Ley Divina, no para ser salvos, sino como resultado de la Salvación que Dios nos dio a través de su Hijo Jesús. Esa Salvación es la herencia que recibimos de Dios para vivir con Él eternamente en las moradas que Jesús fue a prepararnos en la casa de su Padre, de nuestro Padre Amado.


Muchas Bendiciones